NOMBRE REAL
VISTO POR PRIMERA VEZ EN
Hostel (2005) - Eli Roth
NÚMERO DE PELÍCULAS
2
VÍCTIMAS
8 (más incontables)
ARMA FAVORITA
A gusto de cada cual (motosierra, taladro, bisturí, soplete, cuchillo, pistola...)
ORIGEN
En Eslovaquia, un grupo de gente se dedica, clandestinamente (aunque cuentan con el apoyo de la policía), a "cazar" personas con el fin de que otras personas puedan llevar a cabo las atrocidades más terribles con ellas, pagando una elevada suma de dinero. Según la nacionalidad de las "presas", el precio puede variar, informando a través de PDAs especializadas que reparten a todos sus miembros, con las que pujan por sus víctimas.
Estas víctimas, casi siempre turistas jóvenes, son atraídas mediante mentiras, pues la asociación tiene implicados distribuidos en toda Europa, los cuales reciben dinero por cada persona que "consiguen", y quienes prometen sexo y diversión a tope... Ante tal invitación, la mayoría aceptan y, tras ser "cazados", son llevados a un viejo edificio, vigilado por doquier, donde los miembros tienen total disponibilidad sobre ellos, pudiendo torturarlos hasta la muerte durante el tiempo que les plazca, o matarlos directamente.
Es un negocio, el negocio del asesinato por placer.
DESCRIPCIÓN
Sus miembros son personas muy adineradas, que pueden permitirse el lujo de pagar mucho dinero para torturar y matar a otras personas. A cada miembro se le obliga a llevar el tatuaje de un sabueso, como marca identificativa, y se le da un PDS para estar al tanto de nuevas "ofertas". Para atraer a jóvenes, cuentan también con bellas chicas que sirven de cebo.
ASESINATO FAVORITO
El de Josh. Después de que su captor le haya clavado un taladro en las piernas, le hace un corte en los tobillos y le desata de la silla, le abre la puerta y le dice que puede marcharse, pero al levantarse, los cortes de los tobillos se abren y el chico cae al suelo, arrastrándose. Después su cazador acaba con él.
MUERTE
Los supervivientes consiguen matar a sus captores, pero aún con la pérdida de algunos miembros, el Club de Caza no muere...