https://creepypasta.fandom.com/es/wiki/El_hombre_ciego#articleComments
Esta historia me la contó mi abuelo un día de verano, yo le pregunté si me podría contar una historia de horror.
Mi abuelo, un poco nervioso, me empezó a contar una historia que le había relatado un compañero de su antiguo trabajo como policía.
En una ciudad pequeña de Perú, en el 1900 y tanto, había un señor ciego, pero éste, un día dejó de actuar como siempre lo hacía, para tener un comportamiento muy extraño que se solía ver 3 días a la semana. El ciego agarraba una silla, la ponía en la puerta de su casa que estaba abierta, y se sentaba mirando a la calle siempre a las 9:00 AM hasta que empezaba a esconderse el Sol. Nunca salía de noche.
Un día, dos niños de no más de 13 años empezaron a sacarse fotos con el ciego, a mirarlo fijamente y un montón de cosas con las que se reían, mientras el hombre estaba sentado en la silla y no se percataba. A estos niños se les ocurrió sacarle los lentes negros que siempre llevaba. Al hacerlo, estos críos empezaron a gritar y a correr, algunas personas se acercaron al ciego y vieron que su ojo derecho no estaba, sólo la cuenca de éste y el izquierdo estaba totalmente blanco, no tenía iris ni pupila. Todos comenzaron a gritar horrorizados y algunos se fueron corriendo del lugar.
La policía llegó a la casa media hora después, el ciego seguía ahí sentado en la silla.
Los policías se horrorizaron pero mantuvieron la compostura. Éstos agarraron al ciego y lo sacaron de la silla, el hombre hizo un gran esfuerzo para volver, inclusive rogaba que lo dejaran sentarse en ella. Cuando estuvo a unos 3 metros de la silla, su ojo izquierdo explotó y el hombre gritó de dolor, y a los 3 segundos, murió ahí.
Se dice que el ciego tenía una hermana, la cual se quedó con la casa. Ésta descubrió que su hermano tenía un libro sobre rituales satánicos, en éste se podía leer, en uno de sus tantos rituales, uno que cumplía con las acciones que el ciego tenía. Decía que el ojo izquierdo podría ver las almas que recorrían nuestro mundo y que con este ojo podrías ver quienes iban a morir en el año. Al final decía que si te alejabas 3 metros de la sillas tu único ojo explotaría e ibas a sentir el peor dolor del universo, y luego de 3 segundos morirías.
Esta historia me la contó mi abuelo un día de verano, yo le pregunté si me podría contar una historia de horror.
Mi abuelo, un poco nervioso, me empezó a contar una historia que le había relatado un compañero de su antiguo trabajo como policía.
En una ciudad pequeña de Perú, en el 1900 y tanto, había un señor ciego, pero éste, un día dejó de actuar como siempre lo hacía, para tener un comportamiento muy extraño que se solía ver 3 días a la semana. El ciego agarraba una silla, la ponía en la puerta de su casa que estaba abierta, y se sentaba mirando a la calle siempre a las 9:00 AM hasta que empezaba a esconderse el Sol. Nunca salía de noche.
Un día, dos niños de no más de 13 años empezaron a sacarse fotos con el ciego, a mirarlo fijamente y un montón de cosas con las que se reían, mientras el hombre estaba sentado en la silla y no se percataba. A estos niños se les ocurrió sacarle los lentes negros que siempre llevaba. Al hacerlo, estos críos empezaron a gritar y a correr, algunas personas se acercaron al ciego y vieron que su ojo derecho no estaba, sólo la cuenca de éste y el izquierdo estaba totalmente blanco, no tenía iris ni pupila. Todos comenzaron a gritar horrorizados y algunos se fueron corriendo del lugar.
La policía llegó a la casa media hora después, el ciego seguía ahí sentado en la silla.
Los policías se horrorizaron pero mantuvieron la compostura. Éstos agarraron al ciego y lo sacaron de la silla, el hombre hizo un gran esfuerzo para volver, inclusive rogaba que lo dejaran sentarse en ella. Cuando estuvo a unos 3 metros de la silla, su ojo izquierdo explotó y el hombre gritó de dolor, y a los 3 segundos, murió ahí.
Se dice que el ciego tenía una hermana, la cual se quedó con la casa. Ésta descubrió que su hermano tenía un libro sobre rituales satánicos, en éste se podía leer, en uno de sus tantos rituales, uno que cumplía con las acciones que el ciego tenía. Decía que el ojo izquierdo podría ver las almas que recorrían nuestro mundo y que con este ojo podrías ver quienes iban a morir en el año. Al final decía que si te alejabas 3 metros de la sillas tu único ojo explotaría e ibas a sentir el peor dolor del universo, y luego de 3 segundos morirías.