Primero que nada te debo advertir que, si intentas esto, no me hago responsable por lo que te ocurra, y también te debo aconsejar que, sea cual sea tu necesidad, no lo hagas, pues es un tanto arriesgado.
Existe un ritual, que solo las personas mas privilegiadas conocen —y digo privilegiadas, porque hacer correctamente este ritual poco conocido puede otorgarte cualquier cosa que sencillo de realizar.
Lo único que necesitas es estar en tu casa o la de alguien más, un celular y no temerle a la oscuridad. El primer paso consiste en esperar a que oscurezca. No importa la hora, simplemente debe ser de noche, y debes estar completamente oscuro. Después de que oscurezca, debes apagar las luces de la casa. Es fundamental que ninguna luz te ilumine. Acto seguido, debes cerrar los ojos y desear algo con mucho fervor. Concéntrate y deséalo. Ya sea dinero, amor, suerte o cualquier cosa que quieras.
Una vez que lo hayas pensado bien, puedes abrir los ojos. Comienza el segundo paso, dormir. Puedes acostarte donde gustes, en la cama, en el suelo o en un sillón, eso da igual.
Pero, antes de hacerlo, debes colocar tu celular cerca de ti. Te despertarás en algún punto de la noche, debido a extraños sonidos, golpes en la ventana y en la puerta, susurros, voces procedentes de algún lugar. Quizá sea calor o frío extremo. No obstante, algo te despertará.
Te habrá llegado un mensaje de un número desconocido. El mensaje dirá «No le temas a la oscuridad». Llegado a este punto, el juego ha comenzado.
Lo primero que debes hacer es levantarte de donde sea que durmieras y cerrar los ojos. A continuación, simplemente debes caminar. Pronto notarás que no has chocado con nada, eso es porque ya no estás en tu casa. Has llegado al corazón de la oscuridad.
Donde encontrarás, lo que con tanto fervor deseaste. El único problema es que la oscuridad te probará. Mientras caminas con los ojos cerrados, oirás y sentirás cosas horribles que te enloquecerían; escucharás a tus padres siendo asesinados lentamente, y estos, entre gritos de agonía, rogarán por tu ayuda; sentirás presencias malignas que te acompañarán durante tu camino; te rozarán criaturas horribles e infames; y un gélido frío se apoderará de tu cuerpo. Sin embargo, debes confiar en la oscuridad y, hagas lo que hagas, no abras los ojos.
Nada de lo que habrá ahí te hará daño. Debes de confiar en que así sera. No obstante, si llegas a dudar, aunque solo sea un momento, todo lo que hay en el corazón de la oscuridad se abalanzará hacia ti.
Si permaneces todo el tiempo, con los ojos cerrados, hallarás tu recompensa. Llegará un momento, en el que dejarás de escuchar todos los aterradores sonidos de agonía y de sentir presencias a tu lado. En ese instante, podrás abrir los ojos y te darás cuenta que sigues de pie en el mismo lugar donde cerraste los ojos, como si nunca hubieras caminado y estuvieras parado en el mismo sitio todo el tiempo.
Si deseaste dinero, cuando abras los ojos, verás frente a ti, sacos llenos de billetes, y monedas. Si deseaste amor, verás en tu celular, un mensaje de aquella persona con la que deseas estar, diciéndote que quiere quedarse contigo por siempre. Si deseaste suerte, verás que en los días posteriores solamente te ocurrirán cosas buenas. Si deseaste el mal a alguien, verás que esa persona ha sufrido lo que quisiste que le pasara.
Este es el juego de la oscuridad, un ritual donde debes demostrar que no le temes a las oscuridad y que confías en ella. Si lo logras, obtendrás lo que más deseas, pero, si llegas sentir temor y abrir tus ojos, tus más grandes temores se harán realidad.
Existe un ritual, que solo las personas mas privilegiadas conocen —y digo privilegiadas, porque hacer correctamente este ritual poco conocido puede otorgarte cualquier cosa que sencillo de realizar.
Lo único que necesitas es estar en tu casa o la de alguien más, un celular y no temerle a la oscuridad. El primer paso consiste en esperar a que oscurezca. No importa la hora, simplemente debe ser de noche, y debes estar completamente oscuro. Después de que oscurezca, debes apagar las luces de la casa. Es fundamental que ninguna luz te ilumine. Acto seguido, debes cerrar los ojos y desear algo con mucho fervor. Concéntrate y deséalo. Ya sea dinero, amor, suerte o cualquier cosa que quieras.
Una vez que lo hayas pensado bien, puedes abrir los ojos. Comienza el segundo paso, dormir. Puedes acostarte donde gustes, en la cama, en el suelo o en un sillón, eso da igual.
Pero, antes de hacerlo, debes colocar tu celular cerca de ti. Te despertarás en algún punto de la noche, debido a extraños sonidos, golpes en la ventana y en la puerta, susurros, voces procedentes de algún lugar. Quizá sea calor o frío extremo. No obstante, algo te despertará.
Te habrá llegado un mensaje de un número desconocido. El mensaje dirá «No le temas a la oscuridad». Llegado a este punto, el juego ha comenzado.
Lo primero que debes hacer es levantarte de donde sea que durmieras y cerrar los ojos. A continuación, simplemente debes caminar. Pronto notarás que no has chocado con nada, eso es porque ya no estás en tu casa. Has llegado al corazón de la oscuridad.
Donde encontrarás, lo que con tanto fervor deseaste. El único problema es que la oscuridad te probará. Mientras caminas con los ojos cerrados, oirás y sentirás cosas horribles que te enloquecerían; escucharás a tus padres siendo asesinados lentamente, y estos, entre gritos de agonía, rogarán por tu ayuda; sentirás presencias malignas que te acompañarán durante tu camino; te rozarán criaturas horribles e infames; y un gélido frío se apoderará de tu cuerpo. Sin embargo, debes confiar en la oscuridad y, hagas lo que hagas, no abras los ojos.
Nada de lo que habrá ahí te hará daño. Debes de confiar en que así sera. No obstante, si llegas a dudar, aunque solo sea un momento, todo lo que hay en el corazón de la oscuridad se abalanzará hacia ti.
Si permaneces todo el tiempo, con los ojos cerrados, hallarás tu recompensa. Llegará un momento, en el que dejarás de escuchar todos los aterradores sonidos de agonía y de sentir presencias a tu lado. En ese instante, podrás abrir los ojos y te darás cuenta que sigues de pie en el mismo lugar donde cerraste los ojos, como si nunca hubieras caminado y estuvieras parado en el mismo sitio todo el tiempo.
Si deseaste dinero, cuando abras los ojos, verás frente a ti, sacos llenos de billetes, y monedas. Si deseaste amor, verás en tu celular, un mensaje de aquella persona con la que deseas estar, diciéndote que quiere quedarse contigo por siempre. Si deseaste suerte, verás que en los días posteriores solamente te ocurrirán cosas buenas. Si deseaste el mal a alguien, verás que esa persona ha sufrido lo que quisiste que le pasara.
Este es el juego de la oscuridad, un ritual donde debes demostrar que no le temes a las oscuridad y que confías en ella. Si lo logras, obtendrás lo que más deseas, pero, si llegas sentir temor y abrir tus ojos, tus más grandes temores se harán realidad.