¿Serviría de algo decirte que tu problema aunque se vislumbre como algo sin solución aparente tiene una salida?. Eres afortunado al haberte topado con el recurso que te entregaré a continuación pues muchos otros que se vieron atrapados entre las deudas, divorcios y otros males al mismo tiempo sencillamente saltaron...para nunca volver. Entonces, en el siguiente ritual lo que harás sera cambiar las circunstancias oscuras de tu vida, para los demás solo habrás tenido un golpe de suerte el cual tenía exiguas probabilidades de ocurrir, pero no te engañes...tu sabes lo que ha pasado gracias a la ayuda de algo que llamaremos “ "
Te explicaré algo de el " " y su relación con el universo, todo está en un inmutable equilibro incluida la tristeza. Las desgracias humanas son creadas por el, bajo un estricto código en el cual todo está cuidadosamente equilibrado, nunca sufren más personas que las que deberían y la desesperación está en su medida justa. Entonces con este ritual lo que haremos será solicitarle " " que tu dolor sea trasladado a otro ser humano
¿Podemos elegir a quien le entregaremos nuestro funesto destino? la parte mala es que no, tus desgracias podrían recaer en una joven pareja que recién está empezando su vida, un niño, un anciano. La parte buena es que no lo sabrás, créeme, el mundo es demasiado grande para que si quieres te puedas dar una pista de a quien le diste el regalo.
Creo que ha sido una introducción demasiado extensa, mejor vamos con los pasos…
Lo primero que tienes que saber es que este ritual debe ser hecho solamente y repito SOLAMENTE cuando llegues a un punto en tu vida en el cual no exista solución viable a todos tus problemas, donde de verdad te consuma la desesperación, realizarlo en cualquier otra instancia sería el peor error que has cometido en tu vida.
En dicho estado debes humedecer un papel, (previamente manchado con parte de tu sangre extraída de la mano izquierda) con tus lágrimas, no importa cuando realices esto siempre y cuando sea antes de las 3:33 de la mañana, con el papel ya humedecido con ambos líquidos debes escribir en el mismo la siguiente frase:
“Ika’ezh Kailah
A´sl kememba”
Quema el papel junto a unas ramas de laurel y apaga todas las luces de tu casa, ni la luz más mínima debe estar encendida. Cuando todo esté en penumbras coloca un poco de cenizas en cada esquina de tu casa, luego acuéstate a dormir, no te preocupes, despertaras a esa hora exactamente y es aquí cuando tu fortaleza y voluntad será sometida a prueba.
Si todo ha salido bien y has seguido los pasos correspondientes despertaras en un estado similar al de la parálisis del sueño, es decir, solo podrás mover tus ojos. En este punto trata de no tener miedo pues comenzarás un viaje a través de todas las conciencias trastornadas, sentirás la desesperación de un millón de almas humanas: sentirás la agonía de cada viuda, de cada anciano suicida, de cada soldado, de cada centímetro y célula de la especie sapiens. Todas las células de tu cuerpo sufrirán tal y como lo hicieron antes de ti. Serás testigo de cada incendio, enfermaras de todo lo que sea posible, verás como desde el más inocente hasta el más culpable se venían abajo, sentirás deseos de detener a todos los suicidas pero estarás allí, paralizado, solo siendo un testigo silente
Es en este punto que muchos se vuelven locos y mueren de un infarto al corazón…
Pero supongamos que saldrás vivo de esta...
Cuando hayas traspasado el umbral de todos los dolores, de pronto, todo acabará y despertaras en tu habitación como si hubiese pasado la noche, podrás creer que todo lo anterior fue una, con justa razón, horrenda pesadilla. Pero apenas pongas ambos pies en el suelo te encontrarás con algo que quizás...podría ser un poco anticlimático: un niño rubio de unos cinco años vestido de marinero con una libreta en su mano, la cual te extenderá junto con un lápiz sin decir ni una palabra. No leas la libreta, en serio, no quieres enterarte de cuáles son las desgracias que existieron, existen y las que aguardan a la humanidad.
Solo haz lo que te dicen…
Cuando hayas acabado el niño tomará el lápiz y la libreta, te sonreirá y desaparecerá tal como llegó.
Los días siguientes tu situación mejorará como “por arte de magia”, las soluciones
más improbables comenzarán a darse y de a poco la vida te dará una segunda oportunidad. Sin embargo nunca podrás dejar de pensar que por tu causa un inocente ha caído en la desesperación, alguien que no lo merecía.
Entonces dime…
¿Qué tan desesperado estas?
Te explicaré algo de el " " y su relación con el universo, todo está en un inmutable equilibro incluida la tristeza. Las desgracias humanas son creadas por el, bajo un estricto código en el cual todo está cuidadosamente equilibrado, nunca sufren más personas que las que deberían y la desesperación está en su medida justa. Entonces con este ritual lo que haremos será solicitarle " " que tu dolor sea trasladado a otro ser humano
¿Podemos elegir a quien le entregaremos nuestro funesto destino? la parte mala es que no, tus desgracias podrían recaer en una joven pareja que recién está empezando su vida, un niño, un anciano. La parte buena es que no lo sabrás, créeme, el mundo es demasiado grande para que si quieres te puedas dar una pista de a quien le diste el regalo.
Creo que ha sido una introducción demasiado extensa, mejor vamos con los pasos…
Lo primero que tienes que saber es que este ritual debe ser hecho solamente y repito SOLAMENTE cuando llegues a un punto en tu vida en el cual no exista solución viable a todos tus problemas, donde de verdad te consuma la desesperación, realizarlo en cualquier otra instancia sería el peor error que has cometido en tu vida.
En dicho estado debes humedecer un papel, (previamente manchado con parte de tu sangre extraída de la mano izquierda) con tus lágrimas, no importa cuando realices esto siempre y cuando sea antes de las 3:33 de la mañana, con el papel ya humedecido con ambos líquidos debes escribir en el mismo la siguiente frase:
“Ika’ezh Kailah
A´sl kememba”
Quema el papel junto a unas ramas de laurel y apaga todas las luces de tu casa, ni la luz más mínima debe estar encendida. Cuando todo esté en penumbras coloca un poco de cenizas en cada esquina de tu casa, luego acuéstate a dormir, no te preocupes, despertaras a esa hora exactamente y es aquí cuando tu fortaleza y voluntad será sometida a prueba.
Si todo ha salido bien y has seguido los pasos correspondientes despertaras en un estado similar al de la parálisis del sueño, es decir, solo podrás mover tus ojos. En este punto trata de no tener miedo pues comenzarás un viaje a través de todas las conciencias trastornadas, sentirás la desesperación de un millón de almas humanas: sentirás la agonía de cada viuda, de cada anciano suicida, de cada soldado, de cada centímetro y célula de la especie sapiens. Todas las células de tu cuerpo sufrirán tal y como lo hicieron antes de ti. Serás testigo de cada incendio, enfermaras de todo lo que sea posible, verás como desde el más inocente hasta el más culpable se venían abajo, sentirás deseos de detener a todos los suicidas pero estarás allí, paralizado, solo siendo un testigo silente
Es en este punto que muchos se vuelven locos y mueren de un infarto al corazón…
Pero supongamos que saldrás vivo de esta...
Cuando hayas traspasado el umbral de todos los dolores, de pronto, todo acabará y despertaras en tu habitación como si hubiese pasado la noche, podrás creer que todo lo anterior fue una, con justa razón, horrenda pesadilla. Pero apenas pongas ambos pies en el suelo te encontrarás con algo que quizás...podría ser un poco anticlimático: un niño rubio de unos cinco años vestido de marinero con una libreta en su mano, la cual te extenderá junto con un lápiz sin decir ni una palabra. No leas la libreta, en serio, no quieres enterarte de cuáles son las desgracias que existieron, existen y las que aguardan a la humanidad.
Solo haz lo que te dicen…
Cuando hayas acabado el niño tomará el lápiz y la libreta, te sonreirá y desaparecerá tal como llegó.
Los días siguientes tu situación mejorará como “por arte de magia”, las soluciones
más improbables comenzarán a darse y de a poco la vida te dará una segunda oportunidad. Sin embargo nunca podrás dejar de pensar que por tu causa un inocente ha caído en la desesperación, alguien que no lo merecía.
Entonces dime…
¿Qué tan desesperado estas?