Considerado por muchos como el mayor asesino en serie de la historia, Henry Lee Lucas llegó al mundo el 23 de Agosto de 1936, en Virginia, USA. Nació en una familia pobre y totalmente desestructurada. Su padre, alcohólico, había perdido sus dos piernas tras una juerga que terminó en la vía del tren. Su madre, prostituta, obligaba a su hijo a ver cómo trabajaba, a parte de pegarle, tanto a él como a su padre. Tenía 9 hermanos, pero todos fueron dados a hospicios y familiares.
A los 13 años, mantuvo sus primeras experiencias sexuales con animales (ovejas y perros, sobretodo, a los que violaba y después degollaba al eyacular.
Su educación fue pésima, solo llegó hasta 5º de primaria, y la despreocupación de la madre quedó clara cuando, jugando con una navaja, se la clavó en el ojo y se negó a llevarlo al médico. Poco después perdió el ojo y fue sustituido por uno de cristal.
En 1950, su padre se suicidó tras una discusión con su madre, al entrar en un bosque y murió congelado. Este hecho llevó a Henry a abandonar su casa y comenzar a delinquir, con pequeños robos y hurtos que lo llevaron de reformatorio en reformatorio y, finalmente, a la cárcel, donde probó por primera vez el sexo con humanos. Al salir en libertad en 1959, volvió a su casa y, tras una discusión, mató a su madre cortándole el cuello con una navaja y, acto seguido, la violó. Por este crimen fue sentenciado a prisión y a pasar 5 años en un hospital psiquiátrico donde fue descrito como un psicópata suicida, sádico, y con desviaciones sexuales.
Muchos años después, en una entrevista con oficiales y reporteros, Lucas aseveró que "Para mí, una mujer viva no es nada, el sexo con una mujer muerta lo es todo...". En 1970 fue puesto en libertad y se trasladó a vivir con su hermana Opal y su marido, los cuales lo consideraban rehabilitado, hasta que vieron que había matado a su perro.
Henry empezó a descubrir los instintos más primarios del ser humano y deseó formar una familia. Cómo no podía esperar a crearla y engendrar las hijas, fue directamente a por una familia ya formada y en 1977 se casó con la amiga de una hermana y madre de dos hijas (Cindy de 8 años y Kathy de 9). El panorama era perfecto; mientras su mujer salía a trabajar Henry se quedaba en casa todo el día "cuidando" de las niñas". Su idea era fornicar con ellas todo el día, pero la menor tenía mal carácter y se tuvo que conformar en abusar sólo de la mayor, aunque obligaba a Cindy a mirar cada vez que abusaba de su hermana. Aprovechó al máximo esta situación, pero acabó aburriéndose de la rutina sexual, por lo que finalmente se fue sin dar ninguna explicación.
Asesinó en solitario por Miami hasta que conoció al que se convertiría en su amigo del alma: Ottis Toole, un psicópata apodado "el caníbal de Jacksonville" y entre sus principales virtudes destacaban las de pirómano, homosexual, aspirante a transexual, caníbal, asesino y ligeramente retrasado. Tal para cual. Tole declaró que inclusive fueron amantes. Al igual que Henry, la infancia de Ottis fue bastante traumática: a los 11 años tuvo una relación con su hermana que duró hasta que ésta entró en un reformatorio. Posteriormente mantuvo una relación con su vecino homosexual, dejando entrever su gusto pirómaniatico al quemar casas y masturbarse mientras ardían. A los 13 años ofrecía sexo oral gratuito a los borrachos de su barrio. Tal expediente lo llevó a entrar y salir de reformatorios y cárceles durante varios años.
Henry y Ottis formaron una pareja perfecta. Henry no era demasiado fuerte, pero sí muy inteligente, y Ottis era capaz de tumbar de un puñetazo a cualquiera, y al no ser demasiado inteligente vio en Henry a una especie de iluminado.
La autopista I-35, que cruzaba todo el país, se convirtió en su particular coto de caza privado. Viajaban en destartalados coches, y para ahorrar gastos solían vivir y dormir en el coche. Cómo nunca se lavaban ni se cambiaban de ropa el coche les iba bien para ir tirando. A pesar de su mal aspecto y su mal olor eran simpáticos y sabían congeniar con las personas, y cuando se ganaban la confianza de alguien, le mostraban el otro lado de su oscura personalidad matándolo, abusando sexualmente de él y descuartizándolo. Nunca mataban a dos personas en el mismo sitio, y después de sus matanzas solían descuartizar los cadáveres y repartir los miembros por todo el país, lo que hizo muy difícil a la policía la reconstrucción de los casos.
La especial habilidad de Henry para matar y no ser descubierto les permitió cometer sus atrocidades por toda América durante varios años. Lo que a Henry le gustaba era asesinar a mujeres de ojos grandes y buenos senos. Primero fornicaba con ellas, se quedaba insatisfecho, las acuchillaba o retorcía el cuello y luego las volvía a penetrar, pues disfrutaba mucho más fornicando con un cadáver que con un ser vivo.
Por su parte Ottis prefería violar hombres, obtener placer sexual y luego matarlos a tiros. No le gustaban los cuchillos, y disfrutaba con la sensación de "cowboy" que recorría su cuerpo después de matar a alguien a bocajarro.
Otras veces, en señal de amistad, Henry ayudaba a Ottis en sus actividades pirómanas. La ocasión en la que más disfrutaron fue cuando quemaron una casa con un anciano dentro. Contemplaron desde la calle cómo el anciano pedía ayuda por la ventana y moría abrasado, y Ottis culminó la experiencia masturbándose allí mismo.
Las semanas en las que Ottis regresó a su casa a trabajar, Henry siguió en solitario, dedicándose exclusivamente a las mujeres. En una ocasión, en 1978, conoció a una chica en el estacionamiento de un edificio, y le invitó a subir a su casa. Con la única ayuda de su "encanto personal" Henry la convenció de tener relaciones sexuales, y ella aceptó pensando que Henry era un tipo normal, pero cuando Henry comprobó, como de costumbre, que no podía llegar a la eyaculación, la acuchilló, volvió a penetrarla y tras el clímax le clavó una navaja por el ano.
A principios de los años 1980 entró en escena la sobrina de Ottis, Becky Powell. Tenía 15 años, pero se comportaba como si tuviese 10. Ottis la invitó a acompañarlos en sus viajes y Becky aceptó encantada. Con ella innovaron en sus técnicas, el nuevo procedimiento consistía en enviar a Becky a llamar a las puertas de las casas, esperar a que abrieran y entonces entrar todos en manada. Becky se lo tomaba como un juego y pronto les cogió mucho cariño, especialmente a Henry, quien la convirtió en su novia oficial. Esa relación trajo problemas en la amistad entre Henry y Ottis, ya que Henry decidió tomarse en serio su nueva relación.
Al poco tiempo la pareja empezó a trabajar cuidando a una anciana, Kate Rich, con quien estuvieron varios meses hasta que Henry decidió reemprender el camino de nuevo, acabando en una granja de predicadores denominada "House of Prayer". Vivieron allí hasta que Becky sintió nostalgia de su hogar, y pidió a Henry que la dejase ir a Florida a ver a su familia. La idea no gustó a Henry, que sabía que si Becky iba con su familia ésta la apartaría de él, pero finalmente acabó cediendo. Iniciaron el viaje por medio de "aventones" hasta que tuvieron una discusión en medio de la autopista. Henry culminó el asunto clavándole un cuchillo en el corazón, y seguidamente fornicó con el cadáver en el que, según comentó posteriormente, fue el mejor polvo con Becky. Acababa de cometer el mayor error de su vida. No contento con ello fue a ver a Kate Rich diciéndole que Becky quería verla, y en el camino hacia la granja Henry acuchilló a la anciana sin ningún motivo.
Poco después fueron arrestados. Henry estaba cansado de asesinar (normal, como todos) y se recreó con todos sus asesinatos. Confesó los asesinatos de Becky y Kate Rich, y docenas de asesinatos más de los que ni siquiera era sospechoso. Se recreaba en cifras y muchas veces les decía a la policía todo lo que querían escuchar, fuera verdad o no. Se le atribuyen 360 asesinatos, aunque en algunas declaraciones confesó haber matado más de 900 personas. Ottis confesó haber acompañado a Henry en todos sus actos y fue condenado a cadena perpetua, mientras Henry debía morir ejecutado en 1988 aunque a última hora se aplazó su condena.
Además de todos esos asesinatos confesados, ambos personajes confesaron tener relación con una secta satánica, para la que secuestraban niños con los cuales se llevarían a cabo sacrificios rituales, pornografía dura e incluso películas snuff, en las cuales se torturó a la víctima y mató lentamente mientras una cámara grababa las escenas en un plano fijo.
Según unas declaraciones de Toole: "Hubo una época en la que ganábamos dinero vendiendo niños a México, que empleaban para películas porno... Otros los vendían directamente a gente rica... Teníamos una especie de altar y les cortábamos la garganta, bebíamos la sangre y a veces asamos los cadáveres... A veces los nuevos miembros cortaban los cuerpos antes de follárselos... Después follaban a los animales y los mataban... y después había una gran fiesta durante la cual comíamos a alguien y a los animales".
Al final, Henry murió el 13 de marzo de 2001 en su celda tras un paro cardíaco. Ottis había muerto 5 años antes por cirrosis.
A los 13 años, mantuvo sus primeras experiencias sexuales con animales (ovejas y perros, sobretodo, a los que violaba y después degollaba al eyacular.
Su educación fue pésima, solo llegó hasta 5º de primaria, y la despreocupación de la madre quedó clara cuando, jugando con una navaja, se la clavó en el ojo y se negó a llevarlo al médico. Poco después perdió el ojo y fue sustituido por uno de cristal.
En 1950, su padre se suicidó tras una discusión con su madre, al entrar en un bosque y murió congelado. Este hecho llevó a Henry a abandonar su casa y comenzar a delinquir, con pequeños robos y hurtos que lo llevaron de reformatorio en reformatorio y, finalmente, a la cárcel, donde probó por primera vez el sexo con humanos. Al salir en libertad en 1959, volvió a su casa y, tras una discusión, mató a su madre cortándole el cuello con una navaja y, acto seguido, la violó. Por este crimen fue sentenciado a prisión y a pasar 5 años en un hospital psiquiátrico donde fue descrito como un psicópata suicida, sádico, y con desviaciones sexuales.
Muchos años después, en una entrevista con oficiales y reporteros, Lucas aseveró que "Para mí, una mujer viva no es nada, el sexo con una mujer muerta lo es todo...". En 1970 fue puesto en libertad y se trasladó a vivir con su hermana Opal y su marido, los cuales lo consideraban rehabilitado, hasta que vieron que había matado a su perro.
Henry empezó a descubrir los instintos más primarios del ser humano y deseó formar una familia. Cómo no podía esperar a crearla y engendrar las hijas, fue directamente a por una familia ya formada y en 1977 se casó con la amiga de una hermana y madre de dos hijas (Cindy de 8 años y Kathy de 9). El panorama era perfecto; mientras su mujer salía a trabajar Henry se quedaba en casa todo el día "cuidando" de las niñas". Su idea era fornicar con ellas todo el día, pero la menor tenía mal carácter y se tuvo que conformar en abusar sólo de la mayor, aunque obligaba a Cindy a mirar cada vez que abusaba de su hermana. Aprovechó al máximo esta situación, pero acabó aburriéndose de la rutina sexual, por lo que finalmente se fue sin dar ninguna explicación.
Asesinó en solitario por Miami hasta que conoció al que se convertiría en su amigo del alma: Ottis Toole, un psicópata apodado "el caníbal de Jacksonville" y entre sus principales virtudes destacaban las de pirómano, homosexual, aspirante a transexual, caníbal, asesino y ligeramente retrasado. Tal para cual. Tole declaró que inclusive fueron amantes. Al igual que Henry, la infancia de Ottis fue bastante traumática: a los 11 años tuvo una relación con su hermana que duró hasta que ésta entró en un reformatorio. Posteriormente mantuvo una relación con su vecino homosexual, dejando entrever su gusto pirómaniatico al quemar casas y masturbarse mientras ardían. A los 13 años ofrecía sexo oral gratuito a los borrachos de su barrio. Tal expediente lo llevó a entrar y salir de reformatorios y cárceles durante varios años.
Henry y Ottis formaron una pareja perfecta. Henry no era demasiado fuerte, pero sí muy inteligente, y Ottis era capaz de tumbar de un puñetazo a cualquiera, y al no ser demasiado inteligente vio en Henry a una especie de iluminado.
La autopista I-35, que cruzaba todo el país, se convirtió en su particular coto de caza privado. Viajaban en destartalados coches, y para ahorrar gastos solían vivir y dormir en el coche. Cómo nunca se lavaban ni se cambiaban de ropa el coche les iba bien para ir tirando. A pesar de su mal aspecto y su mal olor eran simpáticos y sabían congeniar con las personas, y cuando se ganaban la confianza de alguien, le mostraban el otro lado de su oscura personalidad matándolo, abusando sexualmente de él y descuartizándolo. Nunca mataban a dos personas en el mismo sitio, y después de sus matanzas solían descuartizar los cadáveres y repartir los miembros por todo el país, lo que hizo muy difícil a la policía la reconstrucción de los casos.
La especial habilidad de Henry para matar y no ser descubierto les permitió cometer sus atrocidades por toda América durante varios años. Lo que a Henry le gustaba era asesinar a mujeres de ojos grandes y buenos senos. Primero fornicaba con ellas, se quedaba insatisfecho, las acuchillaba o retorcía el cuello y luego las volvía a penetrar, pues disfrutaba mucho más fornicando con un cadáver que con un ser vivo.
Por su parte Ottis prefería violar hombres, obtener placer sexual y luego matarlos a tiros. No le gustaban los cuchillos, y disfrutaba con la sensación de "cowboy" que recorría su cuerpo después de matar a alguien a bocajarro.
Otras veces, en señal de amistad, Henry ayudaba a Ottis en sus actividades pirómanas. La ocasión en la que más disfrutaron fue cuando quemaron una casa con un anciano dentro. Contemplaron desde la calle cómo el anciano pedía ayuda por la ventana y moría abrasado, y Ottis culminó la experiencia masturbándose allí mismo.
Las semanas en las que Ottis regresó a su casa a trabajar, Henry siguió en solitario, dedicándose exclusivamente a las mujeres. En una ocasión, en 1978, conoció a una chica en el estacionamiento de un edificio, y le invitó a subir a su casa. Con la única ayuda de su "encanto personal" Henry la convenció de tener relaciones sexuales, y ella aceptó pensando que Henry era un tipo normal, pero cuando Henry comprobó, como de costumbre, que no podía llegar a la eyaculación, la acuchilló, volvió a penetrarla y tras el clímax le clavó una navaja por el ano.
A principios de los años 1980 entró en escena la sobrina de Ottis, Becky Powell. Tenía 15 años, pero se comportaba como si tuviese 10. Ottis la invitó a acompañarlos en sus viajes y Becky aceptó encantada. Con ella innovaron en sus técnicas, el nuevo procedimiento consistía en enviar a Becky a llamar a las puertas de las casas, esperar a que abrieran y entonces entrar todos en manada. Becky se lo tomaba como un juego y pronto les cogió mucho cariño, especialmente a Henry, quien la convirtió en su novia oficial. Esa relación trajo problemas en la amistad entre Henry y Ottis, ya que Henry decidió tomarse en serio su nueva relación.
Al poco tiempo la pareja empezó a trabajar cuidando a una anciana, Kate Rich, con quien estuvieron varios meses hasta que Henry decidió reemprender el camino de nuevo, acabando en una granja de predicadores denominada "House of Prayer". Vivieron allí hasta que Becky sintió nostalgia de su hogar, y pidió a Henry que la dejase ir a Florida a ver a su familia. La idea no gustó a Henry, que sabía que si Becky iba con su familia ésta la apartaría de él, pero finalmente acabó cediendo. Iniciaron el viaje por medio de "aventones" hasta que tuvieron una discusión en medio de la autopista. Henry culminó el asunto clavándole un cuchillo en el corazón, y seguidamente fornicó con el cadáver en el que, según comentó posteriormente, fue el mejor polvo con Becky. Acababa de cometer el mayor error de su vida. No contento con ello fue a ver a Kate Rich diciéndole que Becky quería verla, y en el camino hacia la granja Henry acuchilló a la anciana sin ningún motivo.
Poco después fueron arrestados. Henry estaba cansado de asesinar (normal, como todos) y se recreó con todos sus asesinatos. Confesó los asesinatos de Becky y Kate Rich, y docenas de asesinatos más de los que ni siquiera era sospechoso. Se recreaba en cifras y muchas veces les decía a la policía todo lo que querían escuchar, fuera verdad o no. Se le atribuyen 360 asesinatos, aunque en algunas declaraciones confesó haber matado más de 900 personas. Ottis confesó haber acompañado a Henry en todos sus actos y fue condenado a cadena perpetua, mientras Henry debía morir ejecutado en 1988 aunque a última hora se aplazó su condena.
Además de todos esos asesinatos confesados, ambos personajes confesaron tener relación con una secta satánica, para la que secuestraban niños con los cuales se llevarían a cabo sacrificios rituales, pornografía dura e incluso películas snuff, en las cuales se torturó a la víctima y mató lentamente mientras una cámara grababa las escenas en un plano fijo.
Según unas declaraciones de Toole: "Hubo una época en la que ganábamos dinero vendiendo niños a México, que empleaban para películas porno... Otros los vendían directamente a gente rica... Teníamos una especie de altar y les cortábamos la garganta, bebíamos la sangre y a veces asamos los cadáveres... A veces los nuevos miembros cortaban los cuerpos antes de follárselos... Después follaban a los animales y los mataban... y después había una gran fiesta durante la cual comíamos a alguien y a los animales".
Al final, Henry murió el 13 de marzo de 2001 en su celda tras un paro cardíaco. Ottis había muerto 5 años antes por cirrosis.